lunes, 19 de abril de 2010

MANUEL ANTONIO MESONES MURO

El 28 de octubre de 1930, el país perdió a uno de sus más preclaros hijos: don Manuel Antonio Mesones Muro, conocido como “El Hombre del Marañón”, un peruano que dio su vida por engrandecer el país y por la unidad sudamericana.

Nació en Ferreñafe, Región Lambayeque, el 16 de junio de 1862. Sus padres fueron el caballero piurano don José Mesones Ubillús de la Cotera Farfán de los Godos y doña Matilde Muro Niño Ladrón de Guevara.

A la edad de seis años sus padres lo enviaron a educarse a Alemania, donde estudió en las prestigiosas universidades de Bremen y Hamburgo, y retornó al país a los 26 años, edad en que inicia su destacada trayectoria como uno de los grandes sabios y pioneros de la conquista del nororiente del país, con sus conocimientos de naturista, geógrafo, historiador, geólogo, arqueólogo y políglota, cúmulo de disciplinas que le dieron talla de erudito.

Casado con doña Victoria De La Piedra, tuvo once hijos, y en uno de sus interminables viajes conoce en Motupe a doña Deyanira Saavedra Contreras, quien le dio dos hijas: Lila y Maruja.
Manuel Antonio Mesones Muro estudió la flora y fauna de nuestros bosques y los caudalosos ríos de la amazonía, así como a las comunidades que habitan en esa zona. Realizó estudios mineralógicos e históricos de las culturas hispanoamericanas y de la Amazonía.

Con su vena de explorador y científico, recorrió incansablemente a pie y en lomo de bestia palmo a palmo la agreste geografía peruana convencido de que había que descubrir una vía que uniera los océanos Pacífico y Atlántico y se hermanaran los pueblos de América en un desarrollo común, solidario e integracionista.

Así, en sus continuas travesías y exploraciones por el Perú profundo encuentra el punto más bajo y la ruta más corta entre ambos océanos: el paso de Porculla a más de dos mil 80 metros sobre el nivel del mar, que forma parte de la ruta Olmos-Porculla-Marañón, que dio a conocer públicamente en 1902, carretera que lleva su nombre por disposición del Congreso de la República, que aprobó la Ley N° 12656 el 13 de setiembre de 1956, en un justo reconocimiento y homenaje a su memoria.

Este ilustre personaje lambayecano comprobó que era posible navegar el pongo de Manseriche y vencer la indomable cordillera de los Andes trazando un camino por el abra de Porculla y señaló que se podía llegar desde Puerto Eten (Lambayeque) hasta el río Marañón en cuatro días de jornada. El tiempo le dio una vez más la razón: hoy en día la vía Olmos-Corral Quemado es una carretera estratégica por sus importantes bifurcaciones hacia el Marañón, Chachapoyas, Bagua y Jaén. Y por si fuera poco, demostró que por las aguas del río Marañón se podía llegar hasta Iquitos partiendo de las costas de Lambayeque, rutas que ahora constituyen la columna vertebral del Eje Multimodal del Amazonas, que unirá Brasil, Colombia, Ecuador y Perú, y que a través del proyecto de Ley N° 2712 presentado por mi despacho lleva con toda justicia y reconocimiento su nombre.

Hoy gracias al esfuerzo de nuestro gobierno, este Eje Multimodal se cristaliza al ponerse en marcha el proceso de licitación para la concesión de las obras de seis tramos, destacando la carretera Yurimaguas-Tarapoto, Tarapoto-Rioja, Rioja-Corral Quemado, Corral Quemado-Olmos, Olmos-Piura y Piura-Paita.

Tantos fueron sus descubrimientos y proezas que el célebre José Mejía Baca lo llamó “El Hombre del Marañón”, porque “Mesones Muro encarna, efectivamente, uno de los más bellos, audaces y desinteresados empeños por atar con el firme lazo de las rutas terrestres la Amazonía al haz de la nacionalidad. Obsesionado por llegar al Dorado Amazónico, por el trazo más corto de la costa del Marañón, se lanzó al mundo de la aventura, que es la Selva, reviviendo en su fuerte personalidad el coraje de vivir y de soñar como los exploradores del siglo XVI.”

Mesones Muro murió sin haber visto abierta su ruta hacia el Marañón, pero escribió una de las páginas más importantes de nuestra historia, que se convirtió en orgullo de los lambayecanos, de todos los peruanos y habitantes del continente americano, porque vivió para el engrandecimiento y la unidad sudamericana.

En ese sentido, la reciente Convención Internacional sobre Integración Sudamericana: Eje Multimodal del Amazonas en el Marco de la Unidad Bolivariana, llevado a cabo en Piura, por el Parlamento Amazónico, en su Declaración de Paita reconoce una vez más su trayectoria y contribución a la integración sudamericana y formula votos para que su memoria quede grabada por siempre en la historia de América por su dimensión nacional y continental y su espíritu bolivariano.

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